Esta poesía la leyó Aaron (Amigo de Jorge) en el propio cementario, a la puerta del panteón familiar, momentos antes de enterrarle definitivamente.
Bajo el mar susurra la calma, la soledad se junta con pena, intentando encaminar un alma, que en el cielo sería la más buena.
Las nubes lloran por su llegada, pues para todos es demasiado temprano ni siquiera en vida encontró a su amada, ni sacó una carrera con coche propio.
Lo que si consiguió con su gran alma pura, es llenar de bondad el interior de sus amigos, ayudó a los demás y eso nadie lo pondrá en duda, pues sus padres no se quejarán de tener malos hijos.
Ese niñito de enorme brillantez, en el fondo era un hombre de enorme corazón, y yo creo que sería una estupidez, decir que él no tenía la más mínima educación.
Por eso te escribo esta poesía, que sale de mi letra y puño, puesto que si tú te vas de esta vida, espero que sólo sea un mal sueño.
Estas palabras las pronunció Salva, su hermano, en la misa de funeral en la mañana del 6 de Julio de 2008 en la Capilla del Tanatorio Virgen del Pásico (Torre Pacheco- Murcia)
Lo
primero dar las gracias a todos los que estáis y a quienes se han preocupado
pero no han podido venir, por estar ahí en estos duros momentos.
En
estos momentos intento hacerle caso a todas aquellas personas que durante estas
largas horas me han dicho que tenía que recordar a mi hermano en los buenos
momentos; se me vienen a la cabeza imágenes como cuando éramos pequeños y jugábamos
con aquellos zapatones al fútbol en la cochera, aquel verano que pasé con una
pierna vendada por esos juegos, aquellas tardes tan largas cuando éramos unos
enanos jugando con los muñecos….ojala pudiésemos volver a repetirlo, aunque
sólo fuese una vez más en la vida.
Ha
sido todo tan rápido que aún no me ha dado tiempo a asimilarlo; igual de rápido
que los cambios que tú decías que había que hacer….tan rápido que ni me dio
tiempo a bajar de la escalera para poder siquiera despedirme de ti; que menos
que eso…tampoco era pedir mucho.
No
te tocaba Jorge, no te tocaba a ti pasar por esto….me niego a pensar que con
tan sólo 17 años y la alegría que tenías en la vida ese fuese tú destino ya
premeditado. Siempre he creído que cada uno se labra su destino con los actos
del presente….y tú tenías muchas ilusiones, estabas haciendo las cosas bien; tú
destino era disfrutar de una larga vida que aún tenías por delante pero ahora ya no estas con
nosotros, y eso es algo que todavía no me puedo creer, no es posible que esto
haya pasado.
Ahora,
Jorge, te prometo que vamos a salir
adelante, que vamos a hacer más fuertes que nunca y que vamos a disfrutar por
ti esa gran parte de la tarta que es la vida que tú no has podido saborear.
Siempre
te hemos querido y siempre te querremos hermano